Miren: ¡yo!

Mi foto
Escritora frustrada, espía no profesional, posiblemente acosadora de nacimiento y completa adicta a aparatejos electrónicos.

30.11.08

● Recovecos de mi mochila ●

Buscando mi guía de Lite (que sí encontré afortunadamente), encontré un papelín que había escrito a principios de año. Lo transcribo en su más puro estado:

·Traumas existenciales·


1. ¡Es que no puede ser!
2. ¿Puedes superarlo, por favor? Neta que te traumas, chica.
1. No, no es trauma; es incredulidad, que viene siendo algo completamente diferente.
2. Cuando la incredulidad dura casi una hora, ya se vuelve trauma, ¿no crees?
1. ¡Sólo ha pasado como media hora!
2. Y si esta conversación dura media hora más, ya es una hora y se vuelve trauma.
1. O sea que todavía NO es trauma.
2. Siendo tú, yo ya lo empezaría a contemplar como tal; pero bueno, hasta dentro de media hora sabremos.
1. Hasta dentro de media hora, entonces. ¿Quieres hablar de algo más?
2. ¿Te das cuenta de que cada vez que intentas no pensar en algo lo haces y, además, pierdes el juego?
1. Muere, muere, muere.
Otro trauma más gracias a Language, por cierto.
2. Son dos contra once como mínimo.
1. "Dos de poca honra valen más que diez ganadas".
2. ¡Bájale con tus refritos de refranes! El chico no entra en el cuadro, ¿sabes?
1. ¿Y-a-mí-qué?
2. Que sigues siendo mejor que él.
1. ¿Sabes que me atrae mucho la inteligencia?
2. ¿A pesar de su comportamiento animal?
1. Siempre me ha gustado su perfil...
2. ¡El tipo te hace llorar!
1. Esos ojos expresivos...
2. Estás enfilándote a la ruina, pequeña.
1. ¡Y huele tan bien! Hasta suspiro con eso.
2. Tienes problemas.
1. Sí, lo sé. Eso ya no importa tanto.

No hay comentarios.: