Miren: ¡yo!

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Escritora frustrada, espía no profesional, posiblemente acosadora de nacimiento y completa adicta a aparatejos electrónicos.

22.11.09

De compromisos adolescentes

Ahorita estaba matando un poco el tiempo, en parte porque necesito despejarme después de chutarme una hora viendo un documental que usaron en los juicios de Nuremberg y en parte porque todavía no estoy inspirada para Lengua ni para estudiar para mañana (eso ya lo haré al rato).
En fin, me acordé de nuestra idea al lujoso Tecnológico de Monterrey para nuestro primer (aw) MEXMUN. Sí, yo sé que algunos pensarán cosas como: "Tan bien que se ponía esto y nos va a llevar de paseo por el callejón de SUS recuerdos y conquistas existenciales medio frustradas, que involucran morder a su tío alcohólico, una boina y un mensaje emotivo al día siguiente", pero no es así, para felicidad de ustedes (y mía).
Bueno, les iba diciendo que estábamos en el Tec. El primer día bajamos del camión y entramos bastante felices, excepto yo, que me estaba ahogando entre nervios, desesperación y susto, e Iván, que tenía que sufrir junto con Ana mis momentos de paranoia. En fin, llegamos y todo parecía muy bien hasta que a la entradita nos encontramos con Márquez y el resto de los ex-pitufines (menos dos que tres que diez). Caminamos un poco más y nos llegó otra pitufoleada más emotiva que la anterior. Entre esas últimas personas iba una chavita que en otra época había sido mi mejor amiga, que tenía en la cara una sonrisa y cuyo artículo de moda era un sujeto al que agarraba con amor del brazo.
"¡Hola, te presento a mi NOVIO!"

Quiero recalcar que esa última palabra la dijo como si el simple hecho de pronunciarla la llevara a sentirse más orgullosa que nunca de sus logros como mujer.

Entiendo que la gente a mi edad esté feliz cuando tiene novio (o algo así, creo) y esas cosas; lo que no entiendo es cómo las personas pueden amar en dos segundos y creer que serán felices por siempre. ¿Tienen una idea de las décadas que nos quedan para tener, en teoría, una familia y casi acabar con nuestro estricto ciclo biológico? Todavía estoy de acuerdo con lo que pensaba [yo] hace algunos años: los adolescentes mutantes de ahora amamos demasiado pronto, con excesiva rapidez. ¿Eso es porque vemos mucha tele o porque comemos demasiado pollo con hormonas?

1 comentario:

Unknown dijo...

si, mmm yo soy el superfluo, mmm aunque no uso a la gente como accesorio de temporada (solo en ocasiones) aunque creo que esta entrada va mas alla con sueves tintes ¿feministas? ¿frustrantes? la mejor de las suertes q te pueda enviar..