He regresado al hermoso Firefox en su versión mejorada, porque aquí sí tengo corrector ortográfico Y tengo los FoxyTunes, que sirven para que les presuma qué estoy escuchando mientras escribo aquí. Hurra por mí y mi compu, que entramos en razón y volvimos al bello explorador de casi siempre.
¿La primera razón por la que estoy aquí? Intento evadir mis responsabilidades como alumna (porque, oh, vaya, tengo que ir a comprar dos que tres libros de Lógica y supongo que le diré a mi padre que lo haga en cuanto deje de usar el teléfono) escribiendo cosas que a mí sí me agradan. Y la evasión es mucho más grande porque sé que si empiezo a trabajar ahorita, sentiré que mi muerte será muy cercana y que así tal vez ya no tenga que hacer el examen de Lengua mañana... ¿O será que moriré después del examen, como debe ser? En fin, escribo porque le tengo pánico irracional a la escuela y al examen más salvaje del mes. Me confieso.
¿La segunda razón? Porque buscando mis dos tareas de Lógica, descubrí una serie de comentarios respecto a una de ellas. No me había dado cuenta hasta este momento (o por lo menos no me había dado tanta curiosidad, por así decirlo) lo vaciados que sonamos cuando escribimos en esa encantadora red social y lo aterrador que es pensar que lo hacemos así porque tenemos la firme idea de que los profesores nos amarán por eso. ¡Por escribir un comentario con elegancia y signos de puntuación y elegantes acentos!
Sí, yo sé que suena muy irónico viniendo de mi parte (sólo les recuerdo que gané el premio Miss Fancy Spelling 1999), pero creo que o yo estoy un poco más acostumbrada a usar palabras domingueras (también gané el premio Miss Soberbia Intragable 2004) o nunca he escuchado cómo suena toda esa bola de seres, conocidos como compañerillos, hablando con excesiva propiedad. Porque además, he estado en el mismo salón con muchos de ellos, y hasta donde yo recuerdo, no son así de fríos y extraños cuando hablan para participar o cosas por el estilo. No, la elegancia lingüística les nace cuando tienen que escribir.
Claro, a mí también me nace, cosa que me repatea, porque no hay algo que aguante menos que una persona que no habla como escribe y viceversa. A lo que me refiero con esto es que suelo ser alguien que habla del mismo modo en que plasma ideas en un pedazo de papel (o de computadora, jaja); o sea que sí: uso las mismas palabras raritas en modo oral y en modo escrito, in case you were wondering. Pero bueno, sí me dio mucha risa, ni cómo negarlo.
Miren: ¡yo!

- ¿Lolita?
- Escritora frustrada, espía no profesional, posiblemente acosadora de nacimiento y completa adicta a aparatejos electrónicos.
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