Miren: ¡yo!

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Escritora frustrada, espía no profesional, posiblemente acosadora de nacimiento y completa adicta a aparatejos electrónicos.

7.5.09

● Señorita Paz y Tolerancia 2009 ●

Grr, hoy es uno de esos días en que amo estar entre las cuatro paredes de mi cuarto para descubrir lo ligeramente misántropa que llego a ponerme. ¡Es que simplemente nuestras subespecies a veces son un insulto a la raza humana! Claro, lo digo porque no los conozco y los juzgo a simple vista, y POR SUPUESTO que sé que definitivamente no debería hacer tal cosa, ¡pero a veces una se harta de los humanos y sabe que dentro de su ser habita una bestia lista para criticar y destrozar de la manera más ignorante a otros!
¿Cuánto tenemos que poner de nosotros en una red social para poder hacernos sentir valiosos, cultos, bohemios y profundos? Es una ironía que yo me ponga a escribir aquí, sobre todo porque eso de las redes sociales acaba volviéndose una relativamente inexplicable adicción. En fin, ya para estas alturas, ustedes deben estar pensando en los grupos que tengo en mente: gente muy preppy, pinkies cuya idea es llenar de rosa y corazones , de frutas y fragancias todo lo que hay alrededor que no tenga un mismo patrón que el suyo; y claro, la bohème, el círculo de humanos intelectuales que creen que por escribir frases carentes de verbo, ya son todos unos poetas contemporáneos. No digo que no estén atragantándose de cultura y que carezcan de horizontes excepcionalmente amplios, ¡es que simple y sencillamente me cansa que la gente no pueda hacer una maldita oración con un sujeto y un predicado! ¿Tan difícil es recordar lo único que nos meten hasta por donde no se puede desde primero de primaria (si no es que desde antes)? ¡Por favor, gente! Si intentan pretender que por arruinar la gramática de un idioma tan bello, crearán un nuevo estilo, la vanguardia literaria, sépanse que están equivocados.
El día en que superen a verdaderos hombres de letras como Reyes y Borges, me retractaré inmediatamente; el instante en que sean sus versos algo más bello que un fénix como Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, haré públicas mis disculpas, haciendo así muestra de mi más ferviente admiración.
Mientras eso no pase, no veo por qué no puedo seguir criticando sin mayor arma que una desenfrenada ignorancia. Es naturaleza humana que ruega ser satisfecha.

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